martes, 25 de octubre de 2011

Elecciones nacionales del 23 de octubre



PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL HOTEL INTERCONTINENTAL

Muy buenas noches a todos y a todas. Buenas noches señor Vicepresidente electo.
Por favor, hoy es una noche muy importante, por favor….
Primero quiero decir un inmenso gracias a los 40 millones de argentinos, a todos los hombres y mujeres de todos los partidos políticos que participaron lealmente y legítimamente en estas elecciones, en las distintas categorías de candidatos, presidentes, gobernadores, legisladores nacionales, legisladores provinciales.
Quiero también agradecer el llamado solidario, amigo, fraternal, regional de Dilma Rousseff, de la compañera Dilma, de Hugo Chávez, del compañero Hugo, del compañero Pepe Mujica, de Sebastián Piñera, amigo Sebastián Piñera también, de Juan Manuel, del querido presidente y amigo también de Colombia también que acabo de cortarle y que siempre me agradece y me recuerda a Néstor; de Lugo que me estaba llamando y se cortó, del compañero Lugo que me llamó y se cortó, y del resto de los compañeros que seguramente van a llamar como Evo y Rafael que tanto hemos trabajado todos juntos por esta región, la América del Sur, el MERCOSUR, la UNASUR, nuestra casa. Dilma me dijo palabras muy dulces que le agradezco mucho.
Agradecer el acompañamiento de todos los hombres y mujeres y de todos estos jóvenes, miles y miles de jóvenes que se han incorporado masivamente a la política, de los trabajadores, de los científicos, de los docentes, de los profesionales, de los productores, de los empresarios, de todo lo que conforma la Argentina.
Un inmenso gracias y decirles que recibí también la llamada del Jefe de Gobierno de la Ciudad que se la quiero agradecer. 
No sean así, me voy a enojar. 
Y de Hermes Binner que también me acaba de llamar, por favor….lo peor que le puede pasar a la gente es ser pequeñitos, no seamos pequeñitos, seamos grandes, al contrario, en la victoria siempre hay que ser más grande aún, más generoso, más comprensivo y más agradecido.
Pero quiero agradecerle a alguien que ya no me puede llamar más, pero que es el gran fundador de la victoria de esta noche. 
Porque, yo no me la creo, nunca me la creí ni pienso hacerlo. 
Sin él, sin su inconmensurable valentía y coraje, porque ahora cuando todo cambió y cuando el mundo está patas para arriba, y cuando las cosas se comprobaron que realmente muchas de las que decíamos teníamos razón nosotros, es fácil. 
Pero cuando él decía esas cosas, era una voz solitaria, condenada, criticada y sin él y sin las cosas a las que él se atrevió, hubiera sido imposible llegar hasta aquí. 
Y voy a ir un poco más lejos y más sinceramente porque si no lo digo esta noche siento que me va a estallar el corazón y no quiero: fue él el que también en el año 2009 se puso al frente en el momento de mayor adversidad de nuestra gestión. 
Si él no hubiera ido al frente como lo hizo, si él no hubiera recorrido todo como recorrió, nuestra derrota en la provincia de Buenos Aires hubiera sido terrible y tal vez hoy no podríamos estar aquí donde estamos.
En aquella oportunidad, ese hombre que había transformado la Argentina, fue al frente y puso todo y más de lo que tenía que poner. 
Pero él era así, cada instante se lo jugaba como si fuera la última vez y, sobre todo, porque siempre hizo honor, hasta el último aliento, a que él jamás iba a dejar sus convicciones. 
No las dejó en la Casa Rosada, pero lo que es más importante, porque el paso por la Casa Rosada siempre es temporal y circunstancial, tampoco dejó sus convicciones mientras vivió y tuvo aliento, que eso sí es más difícil y también más valioso.
Esa es la última, no la había escuchado nunca. ¡Qué inventiva, Dios mío, qué creatividad!
La verdad que yo no quería dejar pasar esto. 
Hoy es una noche rara para mí. 
Me preguntaban a la mañana cuando voté en Río Gallegos y es un día raro porque son muchos sentimientos que se entremezclan y es muy difícil, casi imposible definirlos. 
Si les digo que estoy feliz, les miento, si les digo que estoy triste, les miento. 
Si les digo que me gustaría, no sé, qué se yo, ustedes se dan cuenta, pero tenía que decir estas cosas, porque él se las merecía.
No las estoy diciendo -que quede claro por favor- como su viuda, las estoy diciendo como su compañera de militancia de toda la vida. Que nadie se equivoque. 
No hablo de él como marido; hablo de él como cuadro político, tal vez uno de los mejores cuadros políticos que ha dado nuestro país. Que nadie se equivoque. Es el dolor de una mujer, pero es la comprensión de una militante política.
También decirles a todos los argentinos, a los que me han votado, a los que nos han votado y a los que no lo han hecho, que yo siento hoy como Presidenta de todos los argentinos, la inmensa responsabilidad de llevar y conducir a nuestro país, la República Argentina, a que viva una historia diferente a la que nos tocó vivir en los últimos 200 años de historia.
Yo quiero apelar a la vocación patriótica de todos los argentinos, de sus trabajadores, de sus empresarios, de sus dirigentes políticos, sociales, institucionales, culturales y del pueblo todo, de toda la sociedad. Un país no lo construyen solamente sus dirigentes, lo construye su pueblo. 
Y yo creo que hoy nuestro pueblo ha dado una muestra de madurez, porque además también debo reconocer que hemos consolidado una de las reformas políticas más importantes de los últimos años. 
Esa reforma política que soñé como legisladora y que no pude concretar como legisladora pero que pude concretar como Presidenta y que es, precisamente, que los partidos políticos, que son el sustento de la democracia, los instrumentos de la democracia y la democracia es el sistema donde debemos necesariamente instrumentar las instituciones para mejorar la calidad de vida de los hombres y mujeres concretos de nuestro pueblo.
Quiero decirles que este sistema de partidos políticos, se va a ver fortalecido por un sistema que ha abierto las puertas a la sociedad y que va a llevar a los dirigentes también a una replanteo profundo de cuáles deben ser las propuestas, de cuáles deben ser las formas y las vocaciones, no para conquistar al electorado, el electorado no es un punto fijo, la conquista siempre implica una actitud de guerra, sino fundamentalmente la de persuadir, la de tener convicciones y, fundamentalmente, que esas convicciones coincidan con las acciones, que los discursos coincidan con las acciones para poder lograr la voluntad popular.
Y algunos que no creían, porque muchos hablan, muchos de los que tienen micrófono hablan de las instituciones, pero todos los días las demuelen un poquito, que íbamos a hacer las internas abiertas, simultáneas y obligatorias. 
Me acuerdo que hasta que 15 ó 20 días antes nuestro ministro del Interior, tuvo que estar confirmando que esas se hacían. Bueno, dijeron que iba a ir poca gente. 
Hubo un maravilloso caudal superior, inclusive las presidenciales de convocatoria. Decían que esto iba a eliminar a los partidos chicos. 
Tampoco fue así, porque esa maravillosa clave que fue la Ley de Medios y la Ley de Reforma permitió que todas las fuerzas políticas pudieran acceder a los espacios audiovisuales fundamentales para poder hacer conocer en el mundo de hoy las propuestas a todos.
Y yo quiero convocar a todos los argentinos a la unidad nacional, a que no nos distraigan con enfrentamientos inútiles, a que no discutamos sobre los hechos y las realidades. 
Que en todo caso si esos hechos y esas realidades pueden mejorarse, puedan enderezarse nos digan cómo hacerlo. 
Tenemos que pasar un país diferente, donde el que venga construya sobre el que ya hizo, porque el ya hizo, hizo bien pero le faltó algo y entonces lo eligieron a otro. 
Esta es la Argentina con la que yo sueño, una Argentina donde tengamos continuidad, que no significa continuidad de personas y de partidos, sino de proyecto político, de Nación y de país. 
De eso estoy hablando, de esa continuidad: proyecto político y de país.
Entiéndase, soy una mujer de 58 años que milita. Gracias, querido, pero tengo 58 años y los tengo…..
Soy una mujer que milita desde muy joven. 
He llegado a lugares que en mi vida pensé que podía llegar. 
No solamente tuve el honor de ser la primera mujer electa Presidenta, sino que tengo el honor de ser la primera mujer también reelecta como Presidenta. Yo no quiero más nada. 
Mi compañero también fue presidente. 


¿Qué más puedo querer?
Lo único que quiero es contribuir, cooperar como argentina con la más alta responsabilidad, a seguir agrandando la Argentina, a que siga creciendo, a seguir generando más puestos de trabajo, más industrialización, más valor agregado, más ciencia y tecnología, más de todo lo que hemos hecho porque necesitamos también más escuelas, más caminos, más hospitales, más salud.
Yo quiero contribuir a  hacer eso, una persona que haya ayudado a cambiar la historia junto al resto de los argentinos. 
Porque también quiero decirles que sola no se puede, necesitamos la colaboración y la comprensión de todos los argentinos.
Pero quiero decirles también que por comprensión histórica, como dijo él en aquel discurso memorable del 25 de mayo de 2003, por voluntad popular y por decisión política, cuenten conmigo para seguir profundizando un proyecto de país que ayude a mejorar la vida de los 40 millones de argentinos. 
Para eso nos necesitamos unidos, que no significa pegoteados, que no significa que debatamos, pero también significa reconocer que cuando una sociedad se expresa y decide en elecciones libres, populares y democráticas adoptar una decisión, esa decisión debe ser respetada y la persona y las personas que han logrado ese mandato, cualquiera sea el lugar, deben ser también apoyadas y sufrir y tener la colaboración del resto de la sociedad, del resto de las fuerzas políticas y culturales o económicas.
Esto no significa que no haya intereses, no vamos a cometer la ingenuidad de no creer intereses y seguramente proyectos políticos que piensan que es mejor retornar a otro país o a otro modelo.
Yo no soy ingenua ni soy tonta. 
Pero sé que son minorías, poderosas pero minorías. 
Depende, entonces, de las grandes mayorías, conformadas por nuestros trabajadores y por nuestras clases medias, no ser desviados del camino como nos ha pasado en tantas oportunidades de la historia y hacer fracasar proyectos que servían al conjunto de la Nación. 
Aún aquellos que nos derribaban, muchas veces, inclusive, dirigidos desde afuera, casi a nivel inconsciente o consciente.
Yo quiero apelar a todos los que están identificados con los intereses del pueblo, de los distintos lugares, partidos y sectores. 
A esta mujer no la mueve ninguna ambición, no la mueve ningún interés, solo la mueve el profundo amor que siento por la Argentina, por la patria y la necesidad de honrar la memoria de él y de miles como él que dieron sus vidas por la patria. 
De eso me siento responsable, de ese legado histórico y les pido que nos acompañen humildemente, muy humildemente.
La verdad que cuando pienso en él en ese 25 de mayo de 2003, con su apenas 22 por ciento de los votos. 
¡Dios mío, todo lo que fue capaz de hacer! 
Y veo hoy estos números, que la verdad son impresionantes. 
Esto números que impresionan y que agradezco infinitamente a todas las provincias argentinas…
Tenemos que esperar que incorporen a nuestra querida provincia de Buenos Aires para tener exactamente el número.
Pero la verdad que son números que si yo les decía o cualquiera de nosotros hubiera dicho esto hace apenas dos años, nos hubieran tratado de locos. 
Y la verdad que sí, la verdad que esto también demuestra otra cosa y esto creo que es para la política y para todos los hombres y mujeres que en distintos partidos políticos, con el derecho que cada uno tiene a militar dónde mejor le parezca, debemos aprender todos lo importante que es la voluntad, que no es voluntarismo. 
Lo importante que es la voluntad unida a la convicción.
Siempre pensaban que no se podía luchar contra determinadas cosas preestablecidas en la Argentina, que había que pedirles permiso a algunos para ver qué se podía decir y entonces lograr cinco minutos más de pantalla o cuatro líneas más en un periódico.
Y yo creo que lo importante es lograr un lugar en el corazón de nuestro pueblo; creo que lo importante es saber leer los ojos de los millones de argentinos. 
Muchas veces los dirigentes se desesperan leyendo los diarios y mirando televisión. 
Yo les pido que miren más los ojos de los argentinos, que recorran el país de punta a punta y vean. 
Ahí van a comprender que todavía nos faltan muchas cosas, pero si alguien conoció la Argentina antes de 2003, van a poder ver cuánto que hemos avanzado pese a todo lo que todavía nos falta.
Tengan confianza en ustedes mismos, tengan confianza en sus ideas, esto no es cuestión de imagen, esto es cuestión de fe, es cuestión de convicción, es cuestión de pensar que uno está haciendo lo mejor y no desfallecer ni aún cuando pareciera que todo está perdido. 
Es más, cuando todo está perdido, es el mejor momento para luchar más que nunca por lo que uno cree, por su patria, por el país, por las ideas.
Es cierto que a algunos se les va la mano con eso, a él se le fue la mano; a él se le fue la mano y se le fue la vida. Pero bueno…
Yo quiero que sea un ejemplo para todos los jóvenes y también para todos los hombres y mujeres de la política, de los que hemos estado siempre en un mismo lugar, que también es importante la reconstrucción del sistema de partidos políticos. 
No puede uno andar saltimbanqueando de un lado para el otro. 
Porque eso tampoco…
Eso no significa que uno no pueda cambiar, pero nunca tantas veces y de lados tan opuestos de un lado al otro, porque, bueno, me parece que más que cambio, ya es otra cosa.
También quiero agradecer a todos las cifras que nos llegan desde las provincias, son maravillosas. Acá en Capital Federal, Boudou, también hemos ganado los diputados, hemos ganado en la Capital Federal. No sé dónde andará Roberto Feletti, ¿dónde está Feletti? Hola, Roberto, felicitaciones a todos los compañeros.
No quiero ser injusta, quiero felicitar a todo el país, a todas las provincias hermanas, a todas, a la querida provincia de Buenos Aires, a Mendoza, Paco Pérez, parece que es el nuevo gobernador de Mendoza, un joven talentoso. Quiero agradecer a La Matanza, a Tierra del Fuego, a Santa Cruz, a Chubut, a Río Negro, al Neuquén, a La Pampa, a Córdoba, a Santa Fe, a todas, a Mendoza, a San Juan, a Salta, a Tucumán, Misiones, Jujuy, Corrientes, Entre Ríos, me dijeron que Blanquita Ozuna, es la nueva intendenta de Paraná, la querida Blanquita. Blanquita Ozuna, una querida compañera, fuimos senadoras juntas, con ella, con el Pemo Guastavino. 
El otro día estuve en Gualeguaychú, en su ciudad, con el Pemo y su mamá sentada en primera línea, con su pañuelo blanco. 
Pemo tiene dos hermanos desaparecidos y acá las queridas Madres, que nos acompañan como siempre, las Abuelas, los HIJOS, los NIETOS, gracias también.
A mí me da mucha tranquilidad cuando ustedes están conmigo porque quiere decir que todavía no me mandé ninguna macana grande. 
Me dan mucha tranquilidad, gracias. 
Porque errores cometemos todos y siempre.
Quiero agradecerle a todos, pero quiero también, para finalizar porque quiero ir a la Plaza a saludar un poquito porque hay mucha gente, voy a saludar un poquito a la Plaza.
Antes de volver a agradecer a todos los argentinos, antes de volver a convocarlos a trabajar juntos, a la unidad nacional, un mundo turbulento, difícil, complejo que exige que todos depongamos parte de nuestras aspiraciones para poder lograr que el conjunto pueda realizarse y no solo los sectores, antes de terminar, quiero llamar a mi hija, a mi hijo, a Máximo, que no pudo estar la otra vez por lo que le había pasado a Rocío, estos son mi sostén también.
Bueno, y ahora que pase también la novia de Boudou, venía Agustina, vení linda, vení. 
¡Miren que novia linda que tiene Boudou! 
Vení Agustina, dale, dale, es un día también de alegría, no tenemos que negarnos tampoco a la alegría. Vení, quedate ahí al lado de él, nena.
Agradecerles a todos los que militaron, a los que rompieron el alma, a los fiscales en todo el país, a todas las fuerzas amigas también que colaboraron para construir esta victoria que, vuelvo a decirlo, no es una victoria personal ni partidaria. 
Quiero que sea la victoria de todos los argentinos, porque para eso voy a trabajar como siempre lo he hecho, siempre lo he hecho así.
Una vez más agradecerles, pedirles disculpas por ahí si uno…en fin…este es un mes muy especial…
Sí ya sé, gracias. 
Es un mes muy especial, bueno, estamos apechugándola y lo vamos a hacer porque tenemos que aprender lo fuerte que era él, de la fortaleza de él y, además, él está aquí hoy más que nunca, estoy segura, absolutamente.
Por eso agradecerles, fuerza, fuerza Argentina, fuerza a todos los argentinos, a los 40 millones de argentinos, a seguir trabajando como en estos años en los que hemos logrado construir tantas cosas.



Muchas gracias, los quiero mucho










domingo, 28 de agosto de 2011

Inauguración del segundo mural de Evita


PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL SEGUNDO MURAL DE EVITA, EN LA GALERIA DE LOS PATRIOTAS LATINOAMERICANOS.

Muchas gracias, los están mirando todos los cancilleres; muy buenas tardes a todos y a todas; señores y señoras cancilleres de la América latina, Asia del Este y también Oceanía en esta 5ta Reunión de FOCALAE y a los Jefas y Jefes de delegación de todos estos países, a numerosas figuras que hoy nos acompañan de organismos de derechos humanos y también históricos militantes del peronismos: recibimos hoy a todos ustedes y les damos la bienvenida, en nuestro país, precisamente en este lugar emblemático de la Casa de Gobierno, que es la Galería de Patriotas Latinoamericanos, que inauguráramos, el año pasado, cumpliendo en Bicentenario, donde muchos de los países de Latinoamérica precisamente conquistaron su libertad.

Y queremos recibirlos, aquí también, con el homenaje a una mujer, en un lugar también emblemático, de la Ciudad de Buenos Aires, que es el Ministerio de Obras Públicas y la imagen de Eva Perón, lugar donde Evita tuvo su 17 de octubre; su Cabildo Abierto, del 22 de agosto, donde la Confederación General del Trabajo le ofreciera precisamente su candidatura a Presidenta y ella renunciara, en forma indeclinable, un 31 de agosto, del mismo año, por la cadena de radiodifusión.

Creo que es muy importante que hagamos un breve racconto de lo que han sido estos 200 años de historia, en América latina y en el mundo, y fundamentalmente, las luchas por las libertad que duraron buena parte del siglo XIX y las del siglo XX, que fueron tal vez también tan duras como las del XIX y que tuvieron lugar en su gran mayoría una pelea muy fuerte por lograr la independencia y el desarrollo de nuestras sociedades.

Crecimiento y desarrollo que tuvo lugar precisamente- por ejemplo – en nuestro país durante la primera presidencia y segunda presidencia del General Juan Domingo Perón, y del cual Eva fue una revolución dentro de la misma revolución, y es el homenaje que hoy queremos también brindarle desde aquí a pocos días, el 9 de septiembre, de cumplirse la sanción de la Ley 13010, sanción que permitió que las mujeres pudiéramos votar en la República Argentina

Ha recorrido un largo camino muchacha y acá no solamente votamos, sino también que se nos ocurren cosas como ser Presidente del país también y Presidentas.

Así que en buena hora y recibir a todas las delegaciones en un momento también muy especial del mundo y de la región; de la región que ha tenido un fuerte crecimiento durante los últimos años, que ha permitido también que millones de compatriotas latinoamericanos pudieran incorporarse a la producción, al trabajo, al consumo en definitiva.

Un crecimiento que hoy vemos en cierta medida con luces y sombras, a partir de una crisis que nos viene desde afuera, desde los países desarrollados donde han fracasado los paradigmas, que intentaron instalarse como pensamiento y verdades únicas y que realmente comprobaron, una vez más, que los dogmas sólo sirven para la religión, pero nunca para la política y mucho menos para la economía y las sociedad.

Hoy aquí estamos representados el 30 por ciento de la economía mundial; el 40 por ciento de la población mundial y el 40 por ciento del intercambio comercial del mundo. También 8 de los países integrantes formamos parte del G-20, el foro ampliado – a partir de la crisis del 2008 – que seguramente nos encontrará este año en Cannes con nuevas discusiones y nuevos debates ante una crisis que viene reciclándose así misma, pero que evidentemente las medidas que se han aplicado - tal cual algunos lo habíamos manifestado oportunamente en las reuniones – no han dado resultados.

Por eso queríamos darles a todos ustedes la bienvenida, sé que van a discutir – porque así me lo adelantó nuestro canciller – las propuestas de reformas al Fondo Monetario Internacional, algo que viene discutiéndose ya y que es hora de pasar también de las propuestas a los hechos concretos.

También discutirse la reforma de la Carta de San Francisco, concretamente de Naciones Unidas, y también específicamente de un Consejo de Seguridad que no ha dado los resultados esperados, sobre todo cuando han cambiado fundamentalmente la condiciones que generaron, en 1945, en la post-guerra, ese Consejo de Seguridad en un equilibrio en un mundo bipolar y siempre al borde, en ese entonces, del holocausto nuclear, con lo cual había una razón de ser de ese Consejo de Seguridad.

Y aquí estamos humildemente, desde la Argentina, haciendo las cosas de acuerdo… me están torciendo el cuadro de Don Víctor Haya de la Torre, se me va a enojar el canciller de Perú, por favor, enderezarlo, los fotógrafos ahí, gracias

No queremos tener acá un problema con el canciller peruano. Pero realmente creo que es hora de discutir y también ver a nuestra propia historia. Miren yo recién mencionaba a Haya de la Torre, un movimiento también absolutamente regional, latinoamericanista, el Aprismo; el peronismo, encarnado en la figura de Perón y de Eva.

El otro día me acuerdo y quiero contarlo como anécdota acerca de estás discusiones de paradigmas y de qué es, estábamos recibiendo la visita del Presidente Juan Manuel S antos, de Colombia, y en el almuerzo que le ofrecimos, en el Museo del Bicentenario, en un momento dado de la charla, realmente muy amena, comenzamos a hablar del peronismo y el Presidente Santos nos preguntó qué era el peronismo.

Ahí se ríe Kunkel, estás ahí de veterano también, con ponchito de veterano Kunkel, realmente hacés muy bien, los chicos crecen.

Y Santos nos preguntaba acerca de qué era el peronismo.

Y le decía necesitaríamos una hora, un día, un año, no sé y yo intenté explicarle históricamente el surgimiento del peronismo.

El peronismo había surgido no solamente por condiciones locales propias, regionales sino también como todos los movimientos que se generan no solamente por la interacción de factores locales, sino también por la interacción de estos factores con el mundo que circunda a un país.

Y el peronismo, precisamente, había surgido - le explicaba al presidente Santos - cuando en Yalta, los vencedores en la Segunda Guerra Mundial, se reparten el mundo y el peronismo surge como una tercera posición que no adhiere ni al estatismo socializante que pide que el Estado sea el propietario de todo ni mucho menos tampoco al liberalismo que era lo que reinaba, digamos, en el bloque de los aliados que habían salido a vencer.

Así que, surge como una tercera posición que dice que no puede ser todo mercado ni tampoco puede ser todo Estado y que el 50 por ciento, por lo menos del PBI, tiene que ir para los trabajadores y el otro 50 por ciento para el capital.

Entonces, me mira muy sorprendido el presidente Santos y me dice: “Ah, pero yo puedo ser peronista entonces, yo adhiero a eso” dice.

Y me dice –esto es cierto, estábamos acá con Ángela- y me comenta una frase que fue el eslogan de su campaña, más que el eslogan, el contenido de su campaña que me impactó mucho, me gustó y me dijo: “Sí, eso se parece mucho a lo que yo dije durante la campaña: el mercado hasta donde se pueda y el Estado hasta donde se necesite”.

Y debo reconocer que a mí también me gustó lo que dijo y la síntesis que hizo y tiene que ver, entonces, con una visión, una nueva visión que conoce también raíces históricas como todo lo nuevo, siempre viene impregnado de las raíces, nada es absolutamente nuevo, si no, es una burbuja que nació de ninguna parte.

Lo nuevo siempre reconoce raíces y yo creo que está, precisamente, en nuestras raíces, en nuestras propias idiosincrasias, generar nuevos paradigmas y nuevos modelos que no son transportables ni de una región ni de un país a otro, sino, simplemente, son eso, reconocernos cada uno en nuestra propia historia.

Debemos decir que esta región,

Latinoamérica y el Asia del Este, son regiones muy equilibradas; nos importamos y nos exportamos mutuamente algo así como 12.400 millones de dólares en el intercambio comercial, tenemos mucho equilibrio.

Y yo creo que, tal vez, una de los paradigmas que debemos volver a levantar en el mundo, es el equilibrio precisamente.

Porque cada vez que se ha roto el equilibrio en una sociedad, en un país, en una región, en el mundo, toda vez que uno ha querido elevarse e imponerse sobre el resto para sojuzgarlo, para poner mejores condiciones para él y peores condiciones para los demás, siempre, indefectiblemente, en la historia de la humanidad han sobrevenido crisis.

Y esta crisis, precisamente, reconoce, entre otras, una causa fundamental que es la ruptura del equilibrio, del equilibrio que debe existir, no solamente en las sociedades, sino también en el mundo.

En las sociedades porque es necesario que la mayor cantidad de ciudadanos, de ser posible la totalidad de sus ciudadanos, participen del bienestar y de una mejor calidad de vida.

Y esto también es aplicable a todos los países en el mundo.

Y por eso, roto el equilibrio, cuando alguien se impuso sobre el resto y un modelo y una idea se impuso sobre el resto y rompió ese equilibrio, finalmente pasó lo que pasó.

Por eso, creo que uno de los desafíos más importantes que vamos a tener y que van a tener ustedes en la discusión, será, precisamente, tratar de encontrar nuevos paradigmas, dar nuevos debates que nos permitan restablecer el equilibrio: el equilibrio entre el Estado y el mercado, el equilibrio fundamentalmente dentro de las propias sociedades y también entre los propios países.

Yo estaba viendo los números y seguramente ustedes los van a ver en sus discusiones y debates y pensaba en ese 50 y 50 que proponía Perón allá en el 45 y uno ve, por ejemplo, las crisis en los países desarrollados, la formidable concentración del ingreso en Estados Unidos: el 1 por ciento de la población controla el 40 por ciento de la economía y se queda con el 25 por ciento del PBI.

Díganme si eso no es una ruptura, casi un quiebre formidable de los equilibrios.

Por eso creo que hay que encontrar y cuando uno logra el equilibrio a que las propias personas…el yin y el yang le dicen algunos, ¿no?, no sé, por allí escuché que eso es el equilibrio, estamos medios onda zen, ¿no? Creo que es bueno para todos lograr el equilibrio.

Y bueno, nada, decirles que estamos muy contentos de que se realice en nuestro país, la República Argentina, esta quinta reunión y que esta es su casa y que, seguramente, de los debates y de las discusiones, van a poder obtener conclusiones nuestros cancilleres que luego alcanzarán a los jefes y jefas de Estado para, precisamente, en todos los foros y también en todos nuestros países volver a restablecer el equilibrio.

Aquí en la región, hemos dado muestras de que podemos ser equilibrados; hemos tenido situaciones de conflictividad, me refiero a la América del Sur, hemos tenido situaciones difíciles de tensión regional y las hemos resuelto nosotros a través de nuestros propios organismos, canalizando nuestras propias instituciones supranacionales y muchas veces, ni siquiera consagradas con demasiada institucionalidad en términos de aprobación de instrumentos o documentos, pero sí ratificados y legitimados políticamente por todos y cada uno de los países que conformamos parte, que aceptamos también que se canalizaran a través de esos espacios, los conflictos y los problemas que teníamos, sin pretender erigirnos en ejemplo de nada.

Creo que hemos dado, no solamente la América del Sur, un salto cuantitativo en lo económico, sino un salto cualitativo en lo político, en lo institucional y en lo regional.

Invitamos a todos los países del mundo también, a hacer un esfuerzo entre todos para que este salto cualitativo, este salto cuantitativo también pueda verse en otras regiones. Hay millones y millones en nuestro planeta que esperan que sus dirigentes, que sus gobernantes ejerzan representaciones y liderazgos que los saquen de la miseria y de la pobreza.

Creo que ese es el compromiso que debe movilizarnos a todos, hombres y mujeres, desde los más encumbrados puestos que podemos tener merced al voto popular, hasta todos aquellos que ocupan lugares en instituciones sociales, sectoriales, corporativas para lograr el objetivo que tenemos que tener todos en política y en la vida y en general, que es asegurar que nuestro prójimo viva también un poco mejor todos los días, porque es también asegurarnos nuestra propia calidad de vida.

Muchísimas gracias, bienvenidos a la República Argentina y gracias por acompañarnos en la inauguración de esta obra y en este homenaje a Eva Perón.

Muchas gracias a todos


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jueves, 21 de abril de 2011

Palabras de la Presidenta de la Nación en el lanzamiento de CANPO, en el Luna Park


miércoles, 20 de abril de 2011
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DE LA CORRIENTE AGRARIA NACIONAL Y POPULAR (CANPO), EN EL LUNA PARK, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.

Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas desde este lugar que me trae las vivencias de momentos entrañables.

Quiero decirte Julián y quiero decirle a todos ustedes: técnicos, estudiantes, productores, jóvenes, trabajadores del INTA, que allá están, quería saber dónde estaban, por eso los nombré, quiero decirles que ese poema que recién leyó Julián, al final, que habla de los hombres o las mujeres imprescindibles yo quiero reformularlo.

Yo no creo que hayan hombres o mujeres imprescindibles, creo que si hay hombres inolvidables y mujeres inolvidables, pero creo que si son imprescindibles para poder vivir y para poder luchar las ideas y las convicciones.

Esas sí que son imprescindibles.

Fueron las ideas, fueron las convicción, fue en definitiva la fortaleza de esas ideas las que le permitieron a esta Presidente y a su compañero atravesar, tal vez, uno de los momentos políticos e institucionales más difíciles de los que se tenga memoria, durante la vida democrática de un país.

Difícil no solamente por los poderosos intereses concentrados que tuvimos que enfrentar, sino también porque jamás se había vivido algo como lo que vivió el país en cuanto a su permanencia en el tiempo, a su nivel de agresividad.

Yo creo que a veces innecesarias porque después de todo cuando uno tiene razón no tiene porque ofender, o insultar, basta con alzar la voz y plantear las ideas para que el otro pueda escuchar.

Pero bueno, aquí estamos, lo importante de un dirigente, y en este caso la responsabilidad de quien es Presidenta de la República es superar aquellas etapas y junto al pueblo, junto a la sociedad, junto a los productores, junto a los trabajadores, junto a los estudiantes poder conducir este momento histórico, no solamente que vive el campo en nuestro país, sino que viven todos los sectores en un proyecto nacional y popular como no se veía desde hace décadas..

Aquí estamos, por suerte para todos los argentinos no tuvimos que importar carne, no tuvimos que importar leche, no tuvimos que importar maíz; al contrario vamos a tener, este año, la cosecha más importante que supera los 100 millones de toneladas de granos.

Y estamos orgullosos, es el esfuerzo de nuestros productores, es el esfuerzo de la economía.

Pero ese esfuerzo y ese compromiso siempre estuvo; teníamos que tener también las condiciones macroeconómicas de un modelo que ha hecho precisamente de la producción, de la exportación, del mercado interno que nos sostuvo cuando el mundo se vino abajo, durante el año 2009, y nos permitió encarar un 2010 con políticas activas y de inclusión social.

Pero yo no vine aquí a hablarles lo que pasó, yo quiero hablarles de ese nuevo mundo, que le mostraba una mujer una mujer al Chaqueño Palavecino, recién, en esa hermosa que me dedicó.

Quiero hablar de lo que tenemos que hacer ahora en este país, nuestro país que ha sido bendecido por Dios por la extensión de tu territorio, por la calidad de su tierra, por sus recursos naturales y también por sus recursos humanos con altísimo grado de capacitación y con un campo que se ha tecnificado y que hoy produce con alto grado de competitividad.

Pero no basta porque si solamente siguiéramos exportando recursos sin valor agregado estaríamos reprimarizando nuestras exportaciones y lo que necesitamos es hacer un cambio estructural en este nueva ruralidad del Bicentenario que supere la ruralidad del centenario de un país para pocos; queremos un campo para muchos, queremos un campo donde sus pequeños y medianos productores puedan asociarse, introducir nuevamente el cooperativismo como una de las armas más formidables para lograr precisamente que los pequeños y medianos participen en la rentabilidad.

Y hay ejemplos en el país de que se puede hacer y muy bien.

El otro día me tocó ir a inaugurar a Sunchales el edificio corporativo de una empresa que empezó siendo - no voy a decir el nombre para no hacerle propaganda, no corresponde - una cooperativa.

Y saben qué es lo que más me gustó, que lo inauguraron allí, en su provincia, en Sunchales, no se vinieron a Puerto Madero a hacer un edificio corporativo, se quedaron en el lugar de origen, junto a los productores, que eso es el segundo gran desafío que tenemos en esta nueva ruralidad: lograr el retorno y el asentamiento en el país profundo para que allí asociados pueda agregarse valor en origen, en la fuente para que la gente no tenga que emigrar y el campo despoblarse. Necesitamos esta nueva ruralidad y para ello vamos a contar con los instrumentos necesarios.

Ayer visitaba Santiago del Estero para inaugurar la reconstrucción del Dique Figueroa, lo deben saber.

¿Hay algún santiagueño por acá, dónde están los santiagueños acá?

A ver allá hay, ayer uno me corría al lado del auto y me decía: "mañana estoy en el Luna Park".

¿No sé si estará por ahí, pero bueno?

Seguramente que debe estar por ahí.

Les decía que ayer, en Santiago del Estero reconstruíamos el Dique Figueroa que se había roto, en la década del 70, y que había provocado el éxodo de miles de familias santiagueñas del campo por inundación.

Ayer le devolvimos a Santiago del Estero 30 mil hectáreas para la producción agropecuaria.

370 millones de pesos de una obra, que era demandada hacía décadas.

También inaugurábamos, en Santiago, la Ruta 6, que comunica a Frías con Loreto.

Me acuerdo cuando fuimos a inaugurar a Frías una fábrica de crashing de soja y un frigorífico.

Esos dos establecimientos industriales consumían diez veces lo que consume el pueblo de Loreto y de Frías, pudimos hacerlo porque fuimos también con la energía a ese lugar, con obras de infraestructura, con inversión.

Nada es mágico.

Uno de los ejes de la recuperación de nuestro país ha sido precisamente la infraestructura no solamente por lo que ha repercutido en mano de obra en la construcción, sino lo que significa, cómo impacta en la actividad económica la ruta, la energía eléctrica, sin la cual es imposible producir.

También los combustibles que son subsidiados por el Estado y que permiten darle una competitividad al agro argentino que no tienen en otros lugares.

La historia hay que contarla completa porque sino no sirve.

Por eso también creemos que esta nueva ruralidad tiene que poseer un nuevo paradigma en el trabajo rural, avergüenzan ver escenas de explotación dignas del siglo XIX.

Queremos una nueva ruralidad donde los trabajadores del campo tengan los mismos derechos. Por eso le pedimos al Congreso de la Nación que apruebe el proyecto que enviamos, el año pasado, que consagra los derechos del trabajador rural.

¿Y saben por qué?

Porque estamos convencidos que los trabajadores que ejercen su labor en condiciones dignas tienen un compromiso mucho más grande con lo que hacen y generan un clima, y generan una actitud en la producción muy superior a aquellos que son explotados.

No es solamente una cuestión de sensibilidad, es además inteligencia lo que nos mueve a desarrollar los derechos de los trabajadores rurales; también el cuidado de la tierra como un recurso estratégico de los argentinos.

Por eso este año - tal cual lo anuncié, el 1 de marzo, en la Asamblea Legislativa - vamos a enviar un proyecto de ley que cuide la jurisdicción de la tierra para que siga siendo de la República Argentina.

De ningún modo tendrá un sesgo chovinista o de xenofobia, para nada.

No vamos a inventar nada nuevo, simplemente vamos a tomar los ejemplos de otras legislaciones, de otros lugares en donde se respetan los derechos adquiridos pero se adopta una política frente a la creciente demanda en materia de tierras, de defensa del patrimonio de los argentinos. Es algo mucho más sencillo, sin tanta vuelta.

También a esa asociación, a ese cooperativismo que tenemos que instalar en nuestros pequeños y medianos productores para que además sigan integrando la cadena de valor y no solamente queden como productores primarios.

Julián hablaba de números, de los trabajadores que ocupa una tonelada de trigo, de lo que ocupa una tonelada de harina y de lo que ocupa una tonelada de fideos.

No solamente quiero hablar en términos de generación de puestos de trabajo, quiero también hablar para los productores en términos de rentabilidad.

Si ese trabajador, si ese productor se queda también con la rentabilidad de los tres eslabones va a ser más eficiente, más competitivo porque se integra verticalmente y tiene la logística para poder hacerlo.

Este es el mundo que viene y la Argentina que nosotros queremos.

Pero queremos además, también, incorporar a un nuevo actor que hasta ahora permanecía aislado de los grandes proyectos nacionales, y que son nuestras universidades, nuestros profesionales, nuestros técnicos, nuestros científicos.

Estamos en condiciones, por la calidad de nuestros recursos humanos, por la calidad de nuestros institutos universitarios, por la especialización que han tenido organismo, como el INTA, como el SENASA solventados por el Estado, es decir por todos los argentinos.

Al INTA le pagan todos los argentinos, al SENASA también le pagan los argentinos y lo aprovechan los productores, y lo aprovecha la exportación y la actividad económica argentina.

Tenemos que seguir dando un dura batalla por seguir profundizando la alianza estratégica entre nuestros productores y nuestras universidades, nuestros científicos a través de la biotecnología, a través de la microbiología, a través de la industria del software.

Me tocó ver a mí pulsar en una cabaña, aquí en la provincia de Buenos Aires, en Marcos Paz - si no me olvido - el botón de una computadora para poder clonar un cabrito o una oveja.

Estás son construcciones de todos los argentinos, de nuestras universidades públicas y de las que no lo son también y que necesitan incorporarse todos porque no somos tantos los argentinos, somos apenas 40 millones en el octavo país en territorio y necesitamos del esfuerzo de todos para salir adelante.

Lo que es imprescindible, además de las convicciones, además de las ideas, es también tener un proyecto de país explicable, mostrable.

Todo esto de lo que estamos hablando no es algo de lo que vamos a hacer, les estamos contando a los argentinos las cosas que hemos hecho en ocho años de gobierno.

¿Ustedes creen que podíamos tener este nivel de competitividad, ese nivel de producción si todavía estuviera en nuestras espaldas el peso de la deuda externa que ese hombre, que me acompaña en ese cartel, abordó por primera vez con criterio soberano y nacional para su negociación?

¿Acaso creen que el Banco Nación hoy podría volver a ser un instrumento de fomento y desarrollo donde ya no está por rematar campos sino, por el contrario, prestando para que produzcan más y donde los propios productores pagan los créditos porque ahora hay posibilidad de sacar un crédito y devolverlo a pagar?

¿Ustedes creen que hubiera sido posible si no hubiéramos acumulado las reservas que hemos acumulado mantener un tipo de cambio que tornara absolutamente competitivo exportar para todos los sectores que lo hacen en la República Argentina?

Esto no es magia, esto es el funcionamiento de un modelo de país, tanto que se rieron de él cuando hablaba de modelo, tanto que le dijeron que era viento de cola, tanto que le dijeron que era un veranito y pasaba.

Acá estamos a ocho años después de la crisis más importante que se recuerde desde 1930 parados, de pie.

Acá estamos, no nosotros; acá estamos.

Y cuando hablo de nosotros, no hablo de él o de mí, hablo de todos.

Porque estamos parados los 40 millones de argentinos.

Algunos todavía necesitan que el Estado tienda su mano, por eso la Asignación Universal por Hijo, por eso la asignación para las mujeres embarazadas que no tienen cobertura de ningún tipo y que también, por qué no decirlo, ha puesto un límite también, una barrera a la explotación inhumana de aquellos que le pagaban dos monedas por trabajar 8, 10, 12 horas de Sol a Sol, como todavía dice esa Ley vergonzosa.

De Sol a Sol tienen que trabajar todavía.

En la Argentina del siglo XXI todavía hay instrumentos legales que dicen que un trabajador tiene que trabajar de Sol a Sol.

Es hora de cambiar estos instrumentos que reflejan un país que definitivamente pasó a la historia.

Esto ha servido también, entonces, para que baje ese nivel de explotación que todavía nos pega en la vista, en el corazón, en las neuronas cuando aparecen esas fotos casi...en condiciones infrahumanas que subsisten todavía en algunos lugares.

Vamos a seguir combatiéndolas porque nunca se combatió tampoco como lo hemos hecho ahora.

Porque tenemos un compromiso en serio con el país y con todos los sectores.

Pero por sobre todas las cosas, con aquellos más débiles; con esos es que el Estado debe tener un compromiso irrenunciable de protección.

Por eso, yo estoy muy contenta de verlos hoy aquí a todos reunidos.

Recién decía Julián que nunca le fue al sector productor agrícola-ganadero de nuestro país como le está yendo ahora. Los números son elocuentes, estamos contentos, pero queremos ir por más.

Queremos que además, inviertan en valor agregado, queremos asociarlos para que podamos producir alimentos en las fuentes y ser, entonces, no el granero del mundo, sino un país con industrias.

Yo siempre digo: ¡cómo me gustaría vivir en un país donde la industria pueda subsidiar al sector primario de la producción!

Estaríamos en un país desarrollado, de esos que nos daban lecciones y a los que muchos querían imitar además.

Menos mal que no prestamos atención a los consejos de congelamiento y enfriamiento, será porque veníamos del Sur y sabemos lo que es el frío.

Cuando tenés mucho frío te morís congelado, eso es lo que pasa.

No quiero ser injusta ni convertirme en fiscal de nadie, pero quiero decirles algo que lo siento y lo pienso sinceramente: hay mucha gente que por ahí está convencida de lo que le han metido en la cabeza.

Y no es que lo haga porque sea una persona mala o que sea una cuestión de malos o buenos.

Ustedes no saben lo que es que durante años y años un aparato cultural meta determinadas ideas en la cabeza de gente que por allí termina muchas veces -y he allí la paradoja - actuando en contra de sus propios intereses.

Miren lo que pasó, pero bueno, lo importante es que todos y cada uno de nosotros se convierta en un militante, no de un partido o de un sector, sino de esta causa nacional, como decía recién Julián, explicando, mostrando.

Tenemos tantas cosas para contar que hemos hecho, tantas cosas para mostrar.

Para qué nos vamos a detener en contestar una injuria, un insulto, un agravio.

No contestemos, contestemos con las obras, con los hechos, con lo que se ve, con lo que se toca, con lo que se mira, con lo que se gana, con lo que se pesa.

Esa es la mejor respuesta.

Porque es la respuesta, ¿saben qué?, que no envenena el alma.

Porque cuando uno termina comportándose como el espejo del otro, termina también teniendo parte de ese venenito o parte de esa cosa.

Por eso, no se dejen transmitir ni inocular veneno.

Ustedes cuando le larguen veneno y odio, larguen amor, amor, amor y amor.

Contra el amor no se puede.

Y además de ese amor, además de las convicciones, además de las ideas, pónganle pasión. Porque con pasión se cambia únicamente la historia; con pasión se construye solamente un país; con pasión se transforma una realidad adversa y se puede convertir en esto que Julián ve como un sueño.

Esto no es un sueño, Julián, esto es el resultado de un trabajo militante, de gestión de Gobierno, de compromiso, de no descansar, de trabajar de Sol a Sol, de poner en ejecución las ideas, nuestros programas de gobierno, de restarle horas a nuestro sueño y también restarle esfuerzo para la salud.

Yo quiero decirles finalmente como Presidenta de todos los argentinos, que tenemos que seguir convocando al otro gran elemento imprescindible: la unidad nacional, la unidad de los argentinos. Toda vez que nos dividieron, toda vez que nos enfrentaron, toda vez que nos confundieron, nos fue muy mal.

No nos dejemos tentar, no nos dejemos provocar, tenemos que seguir en este camino de construcción, en este camino de acercamiento, de convencer al otro y hacerle ver las cosas que por allí no pueden ver porque, bueno, porque han sido décadas de esa suerte de coloniaje intelectual o cultural, como yo llamo, que muchas veces sucede.

Yo quiero terminar y decirles que esta corriente agraria nacional y popular, este campo fue pensado por él.

Él tenía que presentarlo en febrero y no iba a ser acá, iba a ser en Mar del Plata, pero bueno, la vida quiso que fuera yo la que lo presentara, pero él soñaba con este momento.

Porque él siempre me decía: "Mirá, Cristina, aún en los momentos más difíciles, vas a ver que algún día muchos, tal vez no todos -porque, bueno, siempre hay y es bueno que siempre haya, los que piensan diferente o creen algo diferente, es parte de la democracia y es bueno que así sea, porque nos ayuda a mejorar a nosotros mismos- va a llegar un momento que el peso de la realidad va a tener tal entidad y tal magnitud, que va a ser imposible ocultarla.

Podrán publicarte 400 tapas, 800 noticieros, pero la realidad finalmente pesa y cae"

Y yo siento que esa realidad...

Él lo sabía.

Lo único que me hubiera gustado es compartirlo acá con él y junto a ustedes.

Pero estoy segura que desde algún lado, está sonriendo y nos está diciendo:

"Fuerza, adelante, fuerza a todos por esta Patria, por nuestro, por nuestra historia, por nuestra gente, nuestros trabajadores, nuestros productores, nuestros intelectuales, nuestros universitarios, nuestros científicos, por todos los argentino, porque vale la pena querer una Patria mejor".

Gracias, muchas gracias, los quiero mucho a todos.

Muchas gracias.